Despacio,
es mejor caminar despacio.
Para entendernos.
Es mejor respirar despacio,
para que el aire penetre hasta el corazón.
Es mejor
caminar y respirar,
respirar y caminar.
Cada día caminar y respirar,
respirar y caminar.
Pero un día el aire penetra hasta nuestra sima interior.
Un día caminamos y entendemos.
Y ese día no está escrito.
Lo busquemos o no,
un día aprendemos a caminar y respirar.
Y ese día todo es diferente:
el olor de las flores se hace más intenso,
el agua sabe más fresca,
las miradas de los que te rodean hablan de forma cristalina,
las palabras se hacen poemas,
la comida sabe a gloria
y la lluvia refresca con dulzura.
Ese día tu cuerpo se hace liviano
y la mochila se queda en un recodo del camino.
Despacio,
ese día llega,
si aprendes a caminar
y a respirar despacio.