La noche del jueves me despertó un fantasma en medio de la noche.
Al abrir los ojos lo vi a mi lado.
Creo que se asustó
y se metió debajo de la cama.
Yo dejé mi brazo izquierdo fuera del colchón,
ofreciéndole mi amistad
y mi mano derecha en mi corazón.
Permanecí despierto un rato
y mi corazón se estremeció.