Abogados Auto-Responsables

Vicenta Jorge Barrio
Prólogo de Gopala

Sumérgete en Santocha, el contento

Cuando trascurrimos por una etapa dificultosa de la Vida, en cualquiera de sus formatos y la aceptamos, no con resignación cristiana, sino observando cómo reacciona ante la dificultad nuestro cuerpo y nuestra mente, desarrollamos la capacidad de saber Estar, de Estar con mayúsculas. Ésta es la principal propuesta que mi querida amiga Vicenta nos trae en su precioso libro “Abogados Auto-Responsables: Una nueva conciencia de la abogacía”

Vicenta proclama: “Este libro está dedicado a cualquier persona con la sola condición de que esté abierta a descubrir nuevos caminos que le lleven a sentirse a gusto consigo misma y a conseguir una vida mejor”.

Y de esta forma tan sencilla,
pero tan profunda.
Casi sin darse cuenta,
se sumerge y sumerge a sus lectores,
en Santocha.
Sí, en Santocha: el vocablo sánscrito que describe el contento.
El contento del que deriva el Gozo cotidiano de la Vida con V que crece hasta el infinito,
la Felicidad Suprema,

como se dice en los Sutras de Patanjali:
Esa preciosa obra de la Ética Vedanta, una de las seis filosofías de la India.

Vicenta se dirige a los abogados como un colectivo, que en sus palabras representa al resto de los colectivos que formamos parte de la sociedad, del Universo conocido. Le es más fácil dirigirse a un colectivo del que ella es parte como abogada ejerciente en el foro del Foro. Siempre es más fácil entender el mensaje sintiendo que formamos parte de un grupo: lugares comunes, ritos comunes, tiempos comunes.

Pero desde la exposición inicial de su mensaje directo aparece lo Universal de las palabras de Vicenta, sinceramente dirigidas a las personas que buscan, a los buscadores.

Ya seas un “pesimista activo”, “un sufridor vocacional” o vivas en una “intranquilidad permanente parcial, total o absoluta”, tienes un espacio para el aprendizaje. Vicenta recrea una serie de posibles escenarios con los que las personas que lean esta obra se identificarán.

Pero el libro de Vicenta ofrece ideas y soluciones vitales para todas las personas, porque todas las personas trascurrimos en algún espacio-tiempo de nuestras vidas, por alguna de estas condiciones vitales que ella enumera con precisión civilista.

Déjate acompañar

El libro se escribe desde la experiencia, el mejor espacio-contexto desde el que se llega al corazón, directamente al corazón. Habla de lo vivido para resituar, desde su óptica, a los que no se atreven a dar el gran paso: perder el miedo a Vivir. Escribe para “acompañar”, no para vivir por nosotros, por el que no ha pasado por la experiencia de la abogacía en este caso.

Y nos habla de la Vida con V que crece.
Te acompaña como un buen Maestro,
compartiendo,
estando cerca de ti.
Permitiendo que tropieces una vez,
puede que dos,
pero nunca tres.

Reinvéntate

Nos anima a “reinventarnos” cada día.

Conviene recordar que cada día somos diferentes, que la composición y la orientación molecular de nuestras células se trasforma de forma constante. Que morimos cada noche para despertarnos del último de nuestros sueños en cada amanecer. Y que, si ayer nuestra jornada se coloreó de angustia, hoy puede hacerlo de calma. ¿Por qué no? ¿Por qué, en nuestro despertar, nos empeñamos en creer que no merecemos sonreír y que nos sonrían?

Supera los conflictos

Vivimos una época de conflictos. Lo primero que conocemos de pilotos, de sindicalistas, de jueces, de médicos, de políticos, de profesores, son sus escándalos. No sus millones de aciertos, los pasajeros que transportan para cumplir sus sueños, las condiciones laborales que mejoran, los conflictos que resuelven, los enfermos que sanan, las oportunidades que crean, o los estudiantes que aprenden los elementos básicos de la Vida.

¿Porque queda en nuestra retina y en nuestra rutina el desasosiego y no la calma, el conflicto y no la solución?

¿Tan mal lo hacemos los ciudadanos del mundo?

¡Basta ya!: grita Vicenta
y luego susurra: Hay soluciones y están en nuestra mano.

Bueno,
en las vuestras,
en la de cada una de las personas que seguro se reconocerán en este libro.

Date la vuelta en tu viaje hacia el interior

Vicenta nos ayuda a darnos la vuelta, a ponernos de cabeza, como hacemos los yoguis y a percibir el mundo en clave de Sol naciente, no de Sol menguante. Nos descubre la forma de trasformar nuestros perfiles abrumados, fatigados y preocupados, incorporando ligereza, ocupación y calma en nuestras vidas.  Y lo hace con humildad sin juzgar, simplemente observando y apoyando.

Hoy vivimos en la multiactividad, con poco tiempo para la calma y para el silencio. Vivimos identificándonos con nuestra condición específica, abogados, y no la de nuestro género, el ser personas. Hoy vivimos casi sin disfrutar en lo laboral, considerando el trabajo como carga y con como aprendizaje, como dharma, como obligación sagrada de la Vida. Pero tenemos derecho a la felicidad, en el profundo significado de Santocha. “Reconozcamos el derecho a ser feliz, a encontrar el equilibrio vital y a ejercer el derecho que nos asiste. Somos juristas: ¿no?”

Vicenta nos propone “un viaje hacia el interior, sabiendo que se trata de un camino sin retorno y que una vez iniciado, ya nunca podremos vivir de otra manera”. Un viaje hacia el interior contagioso. Hoy debemos cuidar nuestro cuerpo y nuestra mente para generar infinitas esferas de entusiasmo. De esta forma nos trasformamos y trasformamos.

Goza de la profesión y de la Vida, genera el cambio

“Tenemos derecho a gozar de la profesión” señala Vicenta, cono aviso a abogados navegantes, “a trasmutar el pesimismo, la tristeza y el agobio por la felicidad, la alegría y la paz”. Podemos reconocer nuestra capacidad de disfrutar. Podemos dejar fuera de la sala la tensión y las tensiones y entrar sabiendo que nuestra única misión es apoyar a que el conflicto se disuelva, se diluya en el océano al que llegan todos los ríos. Podemos generar una atmósfera de comprensión por el encuentro de voluntades en vez de entender el encuentro profesional como un distanciamiento de voluntades. Siempre son más los elementos de la vida que nos unen que los que nos separan. Pero nos empeñamos en creer lo contrario. Pero: podemos cambiar de táctica y está, de la mano de las ideas que Vicenta nos propone, en nuestras manos, en vuestras manos. Esta propuesta es revolucionaria, pero de las revoluciones que están en nuestras manos, no en las de otros. Seguro que podemos.

De nuevo una propuesta rotunda de Vicenta:

“Comencemos a cambiar la realidad que se refleja en nuestro espejo, aquello que
vemos constantemente fuera de nosotros. Hagámoslo desde nuestra coherencia
personal y profesional, y aportemos esa misma coherencia y propósito al sistema.

Cuantos más seamos, más fácil y rápido será.”

Ya somos muchos en otros foros cercanos al de la abogacía -judicial, financiero-, los que hemos iniciado propuestas para la trasformación y probablemente somos más de los que creemos, pero vale pena que sigamos creciendo, si realmente queremos generar equilibrio en nuestro interior y prosperidad en esta densa situación de crisis generalizada a nuestro alrededor.

Camina Despacio, respira Despacio

“Vale la pena parar un instante y preguntarte dónde estás y ver si ese lugar es adecuado.

Vale la pena si al mirarte en un espejo te gusta lo que ves”,

nos recuerda Vicenta.

De alguna manera nos propone dejar que el lamento se bañe de contento, que la pena se endulce con el tacto y que la sanación nos envuelva y os envuelva con su atardecer

Yo os propongo dejar que la angustia se derrita con el calor de la luz de la mañana, que se moje con la lluvia fresca, diluyéndose de esta forma para siempre, en el arroyo que busca el océano, perdiendo así su identidad pesada.

Tenemos que caminar y respirar Despacio

Respirar y caminar Despacio

y dejar que la mochila pesada se quede en un recodo de nuestro camino.

Eres lo que piensas: despierta

 “Luchar contra el sistema es un signo claro de estar dispuesto a modificar todo y a todos, menos a uno mismo”. Nada cambia si no cambiamos. Dejemos a un lado el lamento de lo que acontece en nuestro exterior y observemos nuestro interior, como un Universo infinito desde donde actuar. Lo que nos rodea es fiel reflejo de nuestro pensamiento. Somos lo que pensamos y según la calidad de nuestro pensamiento así es la calidad de nuestra realidad.

¡Es hora de que también nosotros despertemos! nos propone Vicenta. Bueno creo que nos lo ordena con cariño, con entusiasmo, con ganas y convencimiento de que los cambios profundos del sistema, del Universo Jurídico en primera instancia y social en segunda, son fiel reflejo del cambio de nuestra actitud. Somos parte del Sistema, pero tenemos el sistema en nuestro interior. Si nos trasformamos, somos capaces de trasformar.

Busca el espacio en el que todas ganamos

La abogacía constructiva crea un espacio en el que todas las personas ganan. Hay espacio para que todos prosperemos, si estamos convencidos de ello. Superando la concepción de que cuando yo gano, alguien pierde, buscando y encontrando el espacio-tiempo en el que todas y todos prosperamos.

Mensajes directos como soluciones. Casi imperceptibles en el plano consciente, por su obviedad, pero de gran profundidad: “comienza el día dando las gracias; no ejerzas contigo la crítica destructiva, vive en sintonía contigo mismo, escucha tu vida, convéncete que con tu trabajo todos ganan, no solo tu cliente, incorpora la cortesía, busca el equilibrio y no la confrontación,”.

El estado de ánimo irascible, amargado, agobiado, es incompatible con el gozo, por eso nos invita a gozar y sobre todo a probar si funciona esta técnica. Somos el mejor campo de pruebas para trasformar la vida…

Sonríe.

Vicenta está segura: “Es tu momento: ¿Estás dispuesto a hacerlo? ¿te atreves a traspasar tus propios

límites?

yo también estoy convencido y decido sonreír la Vida.

Es tu turno…

Enlace libro

«El silencio es la lengua del corazón
El silencio es la lengua del sabio
La paz es silencio»

Jose Maria Marquez, Gopala

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